martes, 25 de febrero de 2014

CLIENTE, CALIDAD Y PROYECTO DE EMPRESA


Retomando el anterior artículo, una empresa que se adapte a los cambios, que su sistema de organización sea claro y transparente, en la que se trabaje dentro de un ambiente de colaboración, será, con toda probabilidad una empresa que pueda ofrecer productos y servicios de calidad.
Para ello es fundamental analizar a quién se dirige nuestro producto, el cliente, y qué puedo ofrecer que cubra una necesidad detectada. Hacia el cliente se debe dirigir la actuación de la empresa, pero realmente ¿qué busca el cliente? Muchas empresas innovadoras han sabido detectar o generar una necesidad, pero no debe buscar únicamente cubrir una necesidad básica, sino dirigirse a un nivel superior que generen en el cliente sentido de pertenencia a un grupo determinado, un distintivo específico o reconocimiento.

Saber detectar esto requiere de una organización y adaptación a las nuevas condiciones y necesidades del mercado laboral y a nuevas maneras de entender la realidad. Que se cuente con un proyecto de empresa será determinante, un proyecto global que se oriente al cliente, que no sólo tenga en cuenta el beneficio material inmediato, que sepa invertir en cultura empresarial e innovación, que prime la calidad del servicio y producto y con nuevas formas de organización más participativas y grupales.

jueves, 20 de febrero de 2014

Sobre "El punto de partida"



Cualquier organización, sistema, empresa o personas agrupadas persiguiendo un objetivo común atraviesa situaciones en las que se hace necesaria una revisión de la trayectoria, los problemas, las posibles soluciones y posibles cambios para superar obstáculos.Las organizaciones tienden a comportarse de manera rígida, automática y mecánica y así es difícil encontrar soluciones creativas. En el artículo se propone un itinerario de intervención que mejore la manera de organizar y gestionar las empresas. 
En primer lugar recabar toda la información posible, después analizarla, posteriormente planear una nueva estrategia de acción y finalmente actuar y comprobar los nuevos resultados.
Algo aparentemente sencillo y obvio está sin embargo lleno de obstáculos.
La información. Es difícil acceder a ella. Porque esta información siempre viene sesgada: bien por la manera en que circula la información dentro de la organización, bien porque toda información es una interpretación personal de los hechos.
En cuanto al análisis, también por lo dicho anteriormente, todo análisis es una interpretación personal, con sesgos, prejuicios y valores y con las limitaciones de esa interpretación. Hacer un diagnóstico de la situación es complicado y a menudo esta fase suele pasarse por alto este paso previo y buscar soluciones precipitadas a problemas no detectados, mal interpretados.
Si este paso previo no ha sido exhaustivo y minucioso, teniendo en cuenta a todos los agentes de la organización, la acción planteada también será ambigua, quién, cómo, etc.
Las recomendaciones, para una empresa, pero para cualquier organización, situación, ser humano: 
- Pensar en el aquí y ahora; el pasado y la experiencia nos puede aportar información y recursos pero cada situación es concreta y única.
- Pensar en el otro, en el caso de las empresas, el cliente, la persona hacia la que yo oriento mi producto o mi servicio, qué necesita, cómo puedo ofrecérselo.
-Mejorar las condiciones de la empresa invirtiendo en confianza y bienestar, mejorar la calidad, la comunicación, generará otra manera de trabajar más comprometida y transparente donde todas las partes se sientan que forman parte de un todo y encontrarán un sentido a lo que hacen.

A grandes rasgos esta es la idea general que yo he podido comprender del artículo, pero he de decir que me ha costado un poco meterme en él. Supongo que parte se debe a mi ignorancia sobre temas empresariales, o por la manera en que está escrito, a veces técnico, a veces coloquial, un poco disperso y en ocasiones pretencioso.
Aunque ha sido escrito hace unos años, las cuestiones analizadas se extrapolan a la situación actual. Es necesario revisar muchos modelos de organización y esta revisión pasa por un diagnóstico de nuestras debilidades y fortalezas, de nuestro objetivo, de lo que queremos hacer y de que queramos hacerlo bien, superando maneras rígidas y piramidales de organización.